Casco antiguo de Marbella


La consolidación de la ciudad de Marbella se inició durante la dominación musulmana de Al Andalus, con una gran configuración urbanística y arqueológica. Antes de la llegada de Al Andalus, existieron diversos pueblos que se establecieron en el lugar, como visigodos, romanos, vándalos o bizantinos, dejando pocos restos arqueológicos. Uno de los más importantes son los restos romanos que se encuentran en la calle Escuelas. (Casco Antiguo Marbella, 2000).
En el año 711, con la llegada de los musulmanes, se edificó el Castillo y la Alcazaba, donde aún se pueden contemplar la muralla de sillares y tres capiteles jónicos incrustados en ella. En la época nazarí, la ciudad tuvo que ser remodelada para cumplir su función militar, construyendo una muralla a su alrededor. Esta muralla es la que delimita el Casco Antiguo Histórico con el resto de la ciudad. (Casco Antiguo Marbella, 2000).
En 1485, los musulmanes les entregan las llaves de la ciudad Marbiliya a los Reyes Católicos, quienes le concedieron el título de ciudad, y reforzaron el castillo, la cerca y las torres-vigía. También se comenzaron a dotar de inmuebles a las instituciones religiosas, como la Ermita de Santiago, el Convento de la Trinidad, el Hospital de San Juan de Dios, la iglesia del Santo Cristo y el Hospital de Bazán. Marbella quedó defendida por un recinto amurallado en el núcleo urbano, encontrando al norte el Castillo, con su ciudadela y sus tres torres (Santa Catalina, el Chorrón y el Cubo), al sur estaba la torre de la Vela, al este  la torre Nueva, y al oeste la torre del Fixo. Se podía entrar y salir de la ciudad por tres puertas: al noroeste, por la de Ronda (que hoy es la plaza del Puente de Ronda), al sur estaba la Puerta del Mar (cerca de la actual plaza de José Palomo) y al este encontrábamos la Puerta de Málaga (plaza del Puente de Málaga en la actualidad). (Casco Antiguo Marbella, 2000).
En el siglo XVI la ciudad se expandió, trazando nuevas calles para hacerlas más transitables, creando la plaza de los Naranjos y la calle Nueva, uniéndola con la Puerta del Mar. Dentro del recinto amurallado la población se repartía en cuatro núcleos o barrios, encontrándonos en el centro la antigua Medina, y rodeando a ésta, los de Puerta del Mar de Pedraza y del Castillo. El trazado urbano quedó formado por 44 calles estrechas, 4 plazoletas y una plaza, conservándose con pequeñas variaciones en la actualidad. Estan calles llevan nombres de personajes de la conquista (Mendoza y Buitrago), de personajes célebres (Alderete), nombres religiosos (Remedios, Virgen de los Dolores, Cruz, Trinidad, Caridad, Misericordia, Gloria y Soledad), y de nombres comunes o expresiones sencillas (Pasaje, Panadería, Nueva, Álamo, Viento, Apartada, Muro, Pelleja y de los Caballeros). (Casco Antiguo Marbella, 2000).
En el siglo XVII, Marbella empezó a expandirse hacia el Norte, saliendo de sus muros, tomando como eje central calle Ancha. En el siglo XVIII, empezó a desarrollarse hacia el Este, creando el Barrio Nuevo (hoy conocido como El Barrio), alrededor del Camino de Málaga (actual calle Málaga) donde se encuentra la Cruz del Humilladero. (Casco Antiguo Marbella, 2000).

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